“¡Mami,
trajeron a Yaco!” Con este grito de
alegría, una amplia sonrisa y unos ojos
brillantes de entusiasmo fue recibido Yaco en su nuevo hogar, con su nueva
familia.
Recuerdo
cuando lo vi por primera vez, tan pequeñito, agazapado en un rinconcito del
porche en casa de mi vecina de al lado, donde lo habían abandonado.
Un gatito
valiente que nunca mostró temor ante Canela, la perrita que tiene mi vecina, de
tamaño grande pero acostumbrada a los cachorros pequeños tanto de gatos como de
perros.
De hecho,
cuando descubrí al gatito por la mañana ya se habían hecho amigos. Pero mi
vecina no puede agregar otra mascota a su casa, así que lo llevé a la casa
donde vivo y comencé a compartir por las redes que tenía un gatito atigrado que
debía ser adoptado.
En ese
entonces no tenía nombre aún. Era pequeñito pero muy vivaz y comía de todo.
Otra de mis vecinas, Sonia, tenía su gata con una camada de cuatro cachorritos.
Me dijo que se lo diera a ver sila gata lo aceptaba para tenerlo en su casa
mientras se le encontraba otro hogar para adopción.
Lo lleve a
casa de Sonia, mientras ella sostenía la gata en brazos , le pasamos el gatito
por el pelaje, para que tomara algo de su olor yasí evitar un posible rechazo
de su parte. Pero a su gatita no le
gustó la idea para nada y cuando los colocamos cerca uno del otro en el piso,
le dije:
“Si le da
con la patita no lo querrá. Si lo lame es señal de aceptación”
La gatita
me miró con displicencia y no hizo ninguna de las dos cosas… ¡Le gruñó!
Bueno…ustedes saben…así como gruñen los gatos. Me imagino que se dice con otra
palabra que ignoro.
Bien,
regresé con el gatito a casa nosin antes tomarle unas fotos donde Sonia
aparecía cargándolo. Quedamos en difundir por las redes su necesidad de un
nuevo hogar adoptivo.
Vi que
Sonia había puesto en su estado “Yaco necesita ser adoptado” – palabras más,
palabras menos – y me pareció un buen nombre para él.
Comenzamos
a difundir su foto y decidí hacerle un video donde aparecía él y una voz en off
que comenzaba diciendo “Hola, soy Yaco…”
Resulta que
la gatita de la maestra Milagros Almenar había tenido una camada y ella le
había prometido un gatito a Yudith, su amiga. Pero Milagros salió yal regresar
se encontró con que ya su esposo lo había dado en adopción. Y Milagros es prima
de Rosana Hernandez Pasquier (@petronila) quien es una de las dos madrinas de
Confirmación de mi hijo Luis Felipe (@luisfe) quien recordó que por acá estaba
Yaco necesitando la adopción, le dio mi número a su amiga y así hicimos el
contacto.
Cuando
llegué a su casa y saludé, la del grito de alegría fue Renata, la niña que ven
en la foto.
Me
invitaron a pasar , conversamos un buen rato de gatitos, perritos, de amistades
en común, tomé café y muy cordialmente Judith me dijo que todas las veces que
desee puedo ir a visitar a Yaco…y a tomar cafecito también.
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